Resulta mucho más fácil hablar, emitir opiniones que escuchar o que dice un interlocutor de forma activa.
Porque oír no es lo mismo que escuchar. Oír es percibir sonidos de todo tipo pero sin analizar de dónde vienen o qué significan.
Para escuchar hay que concentrarse y asimilar e interpretar la información para poder responder.
Para escuchar hay que poner todos los sentidos. También se debe acompañar la conversación con un interés verbal (aja, por ejemplo) y no verbal (mirar fijamente a los ojos).
Hay que seguir unas reglas:
1. No se debe interrumpir al otro. Para que no se pierda el hilo de la conversación.
2. Hay que evitar dar consejos u opiniones precipitadas.
3. No se debe poner atención al 100% porque la concentración será muy importante.
4.Hay que procurar no dar atención sin interés
5. No sebe estar distraído con el móvil.
6. No juzgar por las opiniones de los demás.
7. Es preferible buscar soluciones en conjunto, haciendo preguntas y que las conclusiones convenzan a todos.
8. No se debe resoplar o bostezar.
9. Hay que evitar sitios ruidosos con poca luz.
10. Ponerse en el lugar de la otra persona.
11. Hilar la conversación con palabras que refuerzan lo que cuentan.
12. Si la conversación es muy larga y cuesta recabar información, hacer que haga resumenes.